La impresentable presidenta de nuestro país pasa sus días pensando en el oscuro futuro que le depara, por eso hace alianzas e intenta congraciarse con toda la cloaca congresal. Dina, la asesina de peruanos, sabe que la cárcel es su destino y que de ella no podrá escaparse, por eso apresura el paso y busca apoyo en el poder legislativo. Los últimos pedidos de vacancia no prosperaron, debido al evidente negociado entre ejecutivo y congreso de la república. Como dice el dicho, están ‘cárgame que te cargo’.
Este evidente contubernio, nos hace pensar que la reciente acusación constitucional formulada por el Fiscal de la Nación Juan Carlos Villena, en contra de la mandataria irá a parar al archivo, pues este miserable Congreso no tiene la suficiente autoridad moral para adoptar una decisión tan grave, delicada e histórica, que hace rato demanda a gritos el pueblo peruano. Es una utopía pensar que los 130 zánganos del poder legislativo van a aprobar la suspensión o destitución de Dina Boluarte.
La reciente imputación del Ministerio Público busca la salida de la corrupta presidenta de la república, por el caso de los ‘Rolex’, al existir suficientes elementos de convicción no solo para sacarla del cargo, sino para enviarla muchos años a prisión, si es que este Congreso sería honesto, decente y consecuente con el pueblo. Pero estamos seguros que eso por ahora no pasará.
Dina recibió los relojes Rolex de su wayki Wilfredo Oscorima, como soborno para la entrega de recursos económicos (más de 100 millones de soles) para supuestas obras de impacto en la región Ayacucho. Con la acusación constitucional en marcha, todo está en manos de este miserable Congreso de la República que, como repetimos, estamos seguros nuevamente lo blindará porque los padrastros de la patria tampoco quieren irse a sus casas y se aferran con uñas y dientes a sus curules. ¿Y cuál es el procedimiento a la acusación constitucional del Ministerio Público? Bueno, primero debe pasar por la Comisión Permanente para su admisión. De superar esta etapa pasará a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que emitirá un informe que será sometido a votación en la Comisión Permanente. De aprobarse recién pasaría al Pleno del Congreso, para ser sometida a votación y, de conseguir el respaldo requerido, podría suponer desde una suspensión hasta una destitución. Pero, una vez más, lo repetimos, eso no pasará porque Dina y el Congreso son la misma porquería.
